La resaca del 2024
“La tiranía arrebata lo ajeno, sea sagrado o profano,
privado o público, por dolo o por fuerza, no en partes sino en masa”
Platón, La República, Libro I, XVI, p. 44
1).- Barruntos transformadores
El 2024 fue año de elecciones; del encumbramiento de MORENA; de lo que se perfila como un poder omnímodo. Adiós a la división de poderes; a los órganos autónomos; a los contrapesos. Uno de los años más violentos de la historia. Y la visión de México como un país que deja atrás su incipiente democracia para convertirse en patrimonio de una gavilla de rufianes y fanáticos. De una secta de traidores, tránsfugas y trapecistas que, de la noche a la mañana devinieron genuflexos devotos de la doctrina mesiánica de la transformación. Los nuevos apóstoles de la doble moral; del doble discurso. De aquellos que, a principios de diciembre se sacaron sus trapitos al sol: Adán Augusto López y Ricardo Monreal, en la disputa por las generosas tajadas presupuestales y de poder. El país es suyo. Así lo asumen.
El ocaso de 2024 fue también el de las “históricas” reformas obradoristas. De la aprobación del Presupuesto 2025. Miles de millones a barriles sin fondo como el Tren Maya. El soslayo a la salud. Herencia maldita del régimen pasado que, tras bambalinas, sigue dándole cuerda a sus lacayos serviles. Las reformas sólo han exhibido la ignorancia y la rapacidad legislativa. La del Infonavit, por ejemplo, defendida con enjundia por el ex priista Alejandro Murat, hoy con el ropaje marrón. Cual tribuno de la plebe se asumió “estar del lado correcto de la historia”. Seguro entrará en ella… pero por la puerta de atrás. La amenaza exterior se ha soslayado. Para enfrentar la xenofobia de Donald Trump, ya tenemos nuestro Himno Nacional Mexicano. Ni a la presidenta CSP ni a los corifeos de AMLO les ha caído el veinte.
2).- Picando el avispero
En Oaxaca, al cierre de 2024, también tuvimos “nuestro infierno de todos tan temido”, como el cuento de Sergio Pitol. La amarga Navidad para los empleados despedidos por el decreto aprobado por la Oficialía de Partes -léase LXVI legislatura local- que trastocó la paz social. Se abrió la “Caja de Pandora”. Viejos vicios del tráfico y venta de plazas, en donde hasta los íconos locales del “no mentir, no robar, no traicionar” resultaron salpicados. Un decreto fusilado, aprobado sin ver, menos analizar. Al final, el gobierno de la Primavera Oaxaqueña dobló las corvas, dejando tal cual el 49%. Opacidad y complicidad en la selección de bases y beneficiarios.
Lo que al principio se vio como un intento de racionalizar el gasto en servicios personales, resultó un arreglo político en lo oscurito, dejándole a dirigentes y funcionarios sus nichos de poder… y las plazas a la familia. No faltaron los trabajadores del Poder Judicial que exhibieron presuntas anomalías en el manejo presupuestal de la presidenta Berenice Ramírez, que los afectados interpretaron como el infalible cochinito para apuntalar sus aspiraciones –y las de su marido, Juvenal Carbajal, coordinador de ponencia de la plagiaria ministra Yazmín Esquivel- de colarse a cargos en la SCJN. Hasta suspendió la primera reunión del Pleno.
3).- Los bloqueos y otros bemoles
De una cosa podemos estar ciertos: la iniciativa del titular de la SEGO, Jesús Romero López, de primero dialogar y no bloquear, ha sido un fiasco. Oaxaca sigue como Edén de la eterna protesta y el bloqueo perpetuo. En diciembre, los chantajistas hicieron de las suyas. Se sumaron otros factores que, con certeza, pueden traer más dolores de cabeza. Uno de ellos es la libertad y exoneración de la ex presidenta municipal de Nochixtlán, Lizbeth Victoria Huerta. Es simple: la política se sigue imponiendo al ejercicio simple y llano de la ley. Jueces de consigna; justicia selectiva. No podía faltar el sainete grotesco y salvaje de la saxofonista María Elena Ríos, hundida cada vez más en el descrédito. De víctima a victimaria.
Colofón
Este 2025 el gobierno de Salomón Jara entra en su tercer año. En la tradición política es el de las realizaciones. En el bienio transcurrido pudo haber pagado compromisos y perfilar su verdadero proyecto político. Empero, lejos de tirar el lastre incorporó a su gabinete a funcionarios (as) sin perfil, sin tablas, vulgares matraqueros (as). Pura pelusa. En otros casos, empodera a quienes han sido non gratos para un segmento numeroso de oaxaqueños, como Flavio Sosa Villavicencio, el Nerón de 2006, como nuevo titular de la Secretaría de Cultura… del chantaje. Hay indignación que no puede soslayarse. Hay agravios; hay memoria colectiva.
BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— El gobernador Salomón Jara debe tener bajo la lupa a su titular de la Consejería Jurídica y Asistencia Legal, Giovanny Vásquez Sagrero, pues tal parece que la ley y la mesura, han sucumbido ante un protagonismo patológico. Ello le ha abierto muchos frentes al gobierno de la Primavera Oaxaqueña. Notarías, los terrenos de Triplay y Novopan, la supuesta recuperación de predios en manos del PRI y el frustrado intento de echar a la calle a más de 1,300 empleados. En cuestiones trascendentales como el caso Chimalapas, ni en cuenta. No son minucias ni artes de buen gobierno, menos cuando han circulado datos sobre toda la parentela primaveral mamando de la ubre.
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